"Nosotros venimos a Fertygen el día que nos tocó la cita. La doctora que nos atendió, me dio el diagnóstico y me explicó cuál era el proceso que iba a seguir conmigo. Antes de eso estuvimos viendo varias clínicas donde no nos resolvían nada, nada más me cargaron de hormonas y empecé a subir de peso.
A partir de que salí de aquí, yo me sentía muy tranquila y emocionada. Cada que me tomaba el medicamento decía “es para lograrlo, es para que yo esté bien y para tener un bebé”
Cuando me realicé la inseminación las palabras de la doctora fueron “Recíbelos, recíbelos con todo tu amor”. Fue algo tan emocionante; en ese momento lo que hice fue pedirle a Dios: “tú sabes el objetivo; que es tener un bebé”. Toda esa ansiedad que he vivido, todo lo que he pasado y he vivido por tener un bebé. Al final todo se te olvida, en ese momento lo que dije fue: “los recibo con todo mi amor” y les hablé en mi mente como si yo ya los tuviera.
Un día platicando con mi abuelita me dijo “Yo sé que la prueba va a ser positiva porque Dios no se ha olvidado de ti.” En eso sonó el teléfono y era la doctora; me dice “tu prueba es positiva estás embarazada” yo no sabía si llorar, si gritar o qué hacer. Mi abuelita me dice “es positiva, ¿verdad? y le dije “sí, Abue, estoy embarazada” me dio un abrazo y empezamos a llorar.
Cuando me enseñaron a mi bebé es un momento que no tiene palabras, no sabes cómo explicarlo, sólo se siente y creo que nadie te puede explicar más que la persona que lo vive.
Y aquí esta para que vean que si es realidad y que esos sueños se cumplen. Aquí les presento a mi bebé; el amor de mi vida Mateo y a mi esposo David, ellos son mi familia"